Un equipo internacional de investigadores ha identificado que la proteína CPEB4, encargada de coordinar la expresión de centenares de genes necesarios para la actividad neuronal, está alterada en el cerebro de los pacientes con autismo. Según ha informado el Institut de Recerca Biomèdica (IRB Barcelona) en un comunicado, este estudio ha puesto de manifiesto que un defecto en esta proteína podría ser un nexo entre los factores ambientales que alteran el desarrollo del cerebro y los genes de predisposición del autismo.
El primer autor del estudio e investigador del centro de Biología Molecular Severo Ochoa, Alberto Parres, ha argumentado que en la génesis del autismo también pueden participar factores ambientales que alteren el correcto desarrollo del cerebro, “como las infecciones durante el embarazo”. Conocer las bases biológicas del autismo puede facilitar el diseño de futuras terapias experimentales y herramientas para la mejora en el diagnóstico de la enfermedad.