Aunque los porcentajes pueden variar, se estima que aproxima­damente un 2,5% de los pacientes que necesitan someterse a una Resonancia Magnética (RM) no se la puede realizar. ¿Por qué? Principalmen­te por sentir claustrofobia a los equipos cerrados. Algo preocupante ya que, como afirma Javier Hernández, médico espe­cialista en Radiodiagnóstico de la Clínica Diagonal de Barcelona, esta prueba resul­ta esencial para conseguir un diagnóstico preciso y fiable de muchas enfermedades, como múltiples cánceres, patologías del Sistema Nervioso Central o lesiones del aparato locomotor, por ejemplo. De ma­nera que, hasta hace no mucho, aquellas personas con claustrofobia que debían rea­lizarse una resonancia se veían obligadas a someterse previamente a terapia o bien a sedación. Una situación que, gracias a la resonancia magnética abierta, ha podido cambiar, pues los pacientes ya no deben en­cerrarse dentro de una máquina para que esta obtenga las imágenes.
Características de la RM abierta
“Las resonancias cerradas tienen una es­tructura en forma de donut por la que se debe colocar la parte del cuerpo que debe estudiarse. De este modo, en patologías del tronco superior, gran parte del cuerpo es­tá en el interior de la estructura cerrada, lo que puede llegar a causar una sensación que puede variar de un simple agobio, a un auténtico ataque de pánico”, explica el radiólogo Javier Hernández, especialista de unos de los centros de nuestro país que cuenta con una resonancia abierta. El he­cho de ser abierta no le hace ser menos efi­caz. “La RM abierta tiene prácticamente la misma efectividad que la RM cerrada, es­pecialmente en el estudio del aparato loco­motor”, afirma Jose Antonio Narváez, jefe de la unidad de radiodiagnóstico de la men­cionada clínica. Los equipos de RM em­plean potentes campos magnéticos y ondas de radio para obtener imágenes detalladas de los tejidos y órganos estudiados. El siste­ma de funcionamiento de ambos sistemas es el mismo, pero en las unidades abiertas la intensidad del campo magnético necesa­rio para obtener las imágenes suele ser me­nor. “La principal diferencia entre una RM abierta y una cerrada radica en el tipo de imán que genera el campo magnético, tal y como explica Jose Antonio Narváez. “En la mayor parte de los equipos de RM abier­ta se emplean imanes permanentes, que si bien proporcionan intensidades de campo magnético menores, su mantenimiento, a diferencia de los equipos de RM cerrada, es más sencillo”, añade.
Cada vez son más las zonas que pueden estudiarse por RM abierta
Si bien estos equipos abiertos empezaron estudiando exclusivamente articulacio­nes periféricas, los nuevos sistemas ya son capaces de obtener el diagnóstico de zonas cerebrales, de columna y, por supuesto, de zonas articulares. Una tecnología que, ade­más, tal y como concluye Javier Hernán­dez, es capaz de hacer estudios dinámicos y en bipedestación, pues el equipo cuenta con una mesa basculante móvil que hace que el paciente no necesite estar tumbado durante la prueba.