Normalmente, cuando pensamos en infecciones rápidamente acuden a nuestra mente la neumonía, la tuberculosis e incluso el ébola. Sin embargo, cuando pensamos en nuestra boca y en las enfermedades bucodentales, pocas veces somos conscientes de los graves trastornos que nos pueden causar y de lo importante que es mantener una correcta higiene. Sin valorar los problemas más comunes. No cuidar nuestra boca puede derivar en una enfermedad cardiovascular severa, incluyendo el infarto; producir alteraciones significativas en nuestra cifra de azúcar en sangre o diabetes e incluso incrementar la incidencia de partos pretérmino y/ o neonatos de bajo peso. La pregunta es ¿por qué?, ¿cuál es la causa?
En un milímetro cúbico de saliva hay más de 100.000.000 de bacterias distribuidas en más de 600 especies o familias, todas ellas disciplinadas y ordenadas para entrar en combate, ya sea para producirnos una lesión dental, como la caries, o bien patologías mucho más graves si logran pasar a la sangre e invadir otros órganos. El principal enemigo es el “biofilm” o “biopelicula”, anteriormente denominado “placa bacteriana”, un nombre menos apropiado ya que actualmente sabemos que junto a las bacterias se alían virus y hongos.
Estos ejércitos de microorganismos, tras la colonización de nuestra boca y superficies superficies dentales, se agrupan y lo primero que hacen es crear defensas, mediante la producción de una especie de cobertura. ¿Cómo defendernos? La respuesta es muy sencilla. Podemos eliminar el “biofilm” con el simple acto del cepillado y en colaboración de aliados naturales propios de nuestra boca y saliva, pero cuidado, es un enemigo muy pertinaz, ya que en tan solo ocho-doce horas, es capaz de reorganizarse y crear un nuevo biofilm.
De ahí la importancia de realizar como mínimo dos cepillados diarios. Aunque parezca evidente la necesidad de ser riguroso con la higiene bucal, no siempre es así. Según los estudios que recoge el Eurobarometer en Salud Oral, España se sitúa por debajo de la media de Europa, ya que solo un 60% de los encuestados realizan un cepillado después de las comidas y no de forma regular. Así pues, la recomendación es prevenir practicando una correcta higiene bucal y no olvidar que una boca sana ayuda a tener un cuerpo sano.
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