El Hospital Unversitari Vall d’Hebron, en colaboración con el Institut Català de la Salut (ICS), ha implementado un sistema de detección rápida del virus de la hepatitis C (VHC) que permite simplificar de seis a tres las etapas del diagnóstico de la infección por el virus.
Actualmente, la ruta estándar para llegar al diagnóstico empieza con la visita al profesional de medicina de la atención primaria (primera etapa). Si este profesional sospecha que la persona puede tener el virus, solicita la detección de los anticuerpos del paciente a un laboratorio especializado, como es el del Hospital Universitari Vall d’Hebron. El paciente tiene que volver al centro de atención primaria otro díara realizar la extracción de sangre (segunda etapa). La muestra de sangre se envía al laboratorio.
Si el laboratorio detecta anticuerpos del virus, los responsables de la analítica avisan al profesional de medicina de atención primaria que es necesario hacer otra extracción de sangre para evaluar la carga viral (es decir, para determinar si la persona aún tiene el virus, aparte de tener los anticuerpos) y el paciente debe volver al centro de atención primaria para que el profesional le visite, le comunique el resultado de la analítica (tercera etapa) y vuelva a hacerse una extracción de sangre (cuarta etapa). Si se confirma que la persona tiene el virus, se visita de nuevo con su profesional de medicina de familia, que le comunica el resultado (quinta etapa) y le programa una visita en un centro hospitalario (sexta etapa).
Como explica Francisco Rodríguez Frías, jefe del laboratorio de Patología Hepática de los Laboratorios Clínicos del Hospital Universitari Vall d’Hebron e investigador principal en el Grupo de Investigación en Enfermedades Hepáticas del Vall d’Hebron Instituto de Investigación (VHIR), “este periplo de seis etapas hace que muchas personas que tienen el virus se queden por el camino y no se les pueda diagnosticar. Estudios internacionales señalan que, aproximadamente, el 50% de las personas no completan todo el proceso”.
De seis a tres etapas
Ahora, cuando en los laboratorios de Vall d’Hebron se recibe una muestra de sangre (la persona ya ha realizado dos etapas: visita al profesional de medicina de atención primaria y extracción de sangre), si se detectan anticuerpos se evalúa directamente la carga viral. Si es positiva se recomienda a este profesional que derive directamente al paciente al centro hospitalario (tercera etapa). Como señala Rodríguez Frías, “es el primer sistema de este tipo que se implementa de forma estandarizada en Catalunya”.
Hepatitis C: el reto está en el diagnóstico
“A veces, los pacientes llegan al especialista por casualidad, cuando ya están en fases muy avanzadas, con fibrosis o, incluso, con cirrosis. Por lo tanto, es fundamental simplificar y facilitar el diagnostico”, explica este experto.
Se estima que el 1,2 % de la población de España se ha infectado con el VHC (550.000 personas). El 50 % presentan el virus activo (infección cónica). El 60 % de estas no están diagnosticadas, y, por lo tanto, presentan un elevado riesgo de desarrollar hepatitis y que la patología ponga en riesgo su vida.
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