Redacción
Según un estudio realizado por las investigadoras Lina Badimon y Teresa Padró, del Institut Català de Ciències Cardiovasculars (ICCC), un análisis de sangre podría medir el nivel de microvesículas en el plasma y ayudar, en este sentido, a predecir un infarto con tres años de antelación.
Dicho avance, que bien parece ciencia ficción, ha sido presentado recientemente en el Congreso Europeo de Cardiología celebrado en Barcelona.
Estudio
La investigación demuestra que unos niveles elevados de microvesículas circulantes se asocian con un mayor riesgo de infarto, independientemente de los niveles de colesterol del paciente. Las microvesículas circulantes son como pequeñas partículas que derivan de las células y que se desplazan por la sangre y pueden provenir tanto de células activadas como de células que están entrando en proceso de necrosis, es decir, de muerte. “Todas las células liberan estas microvesículas en cantidades bajas, pero cuando estas aumentan hemos visto que coincide con situaciones patológicas, como trastornos aterotrombóticos o la hipercolesterolemia familiar”, apunta la investigadora Teresa Padró. Asimismo, según la investigación, es posible identificar el origen de las microvesículas en función de sus componentes moleculares (proteínas, RNAs, microRNA, etc). “Podemos saber si una microvesícula proviene de una plaqueta, de una célula blanca o del endotelio, por ejemplo, gracias a la presencia de unos marcadores especiales que llevan en la superficie proveniente de la célula madre que las originó y, por tanto, ello nos da información sobre la enfermedad del paciente”, añade Padró.
La investigación se realizó sobre 143 pacientes con diagnóstico genético de hipercolesterolemia y con un alto riesgo cardiovascular.
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